domingo, 11 de julio de 2010

::Entrevista a Poroto Lacolla en Enero 2010:: Para AsadodeCostilla::


Fabio “Poroto” Lacolla
Psicólogo de los Rockeros Argentinos.“Piñera es un Ludopata”

Por Amanda Durán
Para un Rockero no hay nada menos Rockero que ir al Psicólogo, aunque no sea por traumas personales o delirios de la infancia, sino por la sanidad mental de su propia banda. Entonces aparece Fabio Lacolla, conocido en Argentina como el “Dr. Poroto”.

A el los Rockeros se le entregan, incluso más allá del secreto profesional por el que Fabio se niega a darnos nombres de sus atendidos, tanto que podemos encontrar en Internet una larga lista de artículos donde bandas como “El otro yo” ostentan haber acudido al auxilio de este “Service del Rock”.

Debe ser porque también es músico, porque no le gusta andar de camisa almidonada (aunque a veces las usa), porque es autoridad al hablar de éxito -si hasta escribió un libro del tema- o simplemente porque le gustan las salas de ensayo y salir de gira.
Fabio Lacolla estuvo en Chile por unos días, donde alcanzó a presentar su último libro, visitó La Piojera y compró en La Vega, conoció rockeros y dijo que Redolés era Punk, se encerró en un convento con Laurita Vicuña mirándolo de reojo, dictó una cátedra sobre adicciones en punta de Tralca y nos dio esta entrevista, en la que desde su profesión sicoanaliza al menos Rockero de todos, Sebastian Piñera.


Fabio, Psicólogo o Rockero ¿Cómo te defines?
Rockero, aunque el Rock no tiene Cura.

¿Cómo es eso?
Y, no tiene cura, el Rock curado se transforma en Pop, el Rock necesita la rebelión, la ruptura, esa cosa de Revolución.

¿Y como eres el Psicologo del Rock si no hay cura?
No, lo que tiene cura son los Rockeros, es decir, los músicos que hacen Rock, si, por supuesto que tienen sus trastornos, sus problemas, sus obstáculos, pero al Rock hay que dejarlo como está.

¿Cómo se llega al Rock?
Como pasó en la historia, en EEUU la gente rica que ya tenía todo resuelto y no tenían más que hacer de aburridos empezaron a romper cosas y transformaron lo que era el sonido más jazzistico, aceleraron el blues y lo transformaron en Rock. La adolescencia es rebeldía y el rock en ese sentido es un buen ancla del adolescente, porque el Rock te baja a la tierra. No es como la música clásica que te elevaba hasta el techo, el Rock te entierra.

Tú tienes tus gustos claros en música ¿te gustan siempre las bandas que atiendes?
No, la verdad no, es que eso es como atender a un paciente. Muchas veces ellos mismos me preguntan “te gustó el jingle, no te gustó” y yo la verdad es que no juzgo si esa banda hace algo lindo o no, porque yo lo que veo es la dinámica de trabajo entre ellos.

¿Y no te ha pasado que te desagrade al máximo la música que hacen? No, no… no, no porque si te gusta la música: te gusta. Pero si me ha pasado atender bandas que yo no iría a ver ni compraría su disco.

Y eso de ser admirador, fan, de la banda, eso sí que te ha pasado. Sí, claro que me ha pasado pero es difícil, lo que pasa es que una vez que vos ya los conocés es otra cosa. Yo creo de todos modos que a mis ídolos de toda la vida, no los podría atender.

¿Conoces bandas Chilenas?
Muy poco, porque a Buenos Aires llega muy poco Rock Chileno. Lo poco que llegaba era Juanito Liner por ejemplo.

¿Quién?
No tenés idea quien es, es un niño que cantaba que era de terror. Pero dentro del Rock Chileno no, no... lo único Los Prisioneros y La Ley, yo la verdad me quedo con los Prisioneros, la Ley me parece un producto muy armado.

¿Hay algún caso emblemático en el rock que hoy necesite urgente ir a tu consulta?
Mirá, a mi me parece que U2, entre tanta gira, entre maleta y maleta perdió la brújula que tenía en su momento. Yo lo digo desde afuera, pero me parece que hay una clara fracción entre lo que es Bono y su ser social y comprometido con el resto de la banda, me parece que el producto perdió el rumbo.

Escribiste un libro sobre el éxito, en el mencionas a Piñera ¿puedes contarme un poco de eso?
Bueno, una vez a Rockefeller le preguntaron, si el ya tenía todo, que era lo que le faltaba y el responde “lo que pasa es que yo siempre quiero un poquito más”, ese “poquito más” es lo que constituye la ambición, y la ambición no tiene límite. Muchos presidentes apenas llegan de la nación quieren más, quieren ser presidentes de la ONU, del Mercosur, no tienen límites, son ambiciosos.

¿Y eso por qué?
Acumulan poder porque el poder es el viagra de los políticos.

¿Los mantiene bien levantados?
Claro, y en el caso de este tipo que es un empresario, lo que quiere es ser dueño, no gobernante.

¿hay un momento en que ya tiene demasiado?
La satisfacción completa no, jamás, apenas se está satisfecho se quiere más, va por otra cosa, el orgasmo que dura media hora te mata.

¿No llegará a experimentar ese orgasmo fatal, una satisfacción que dure un poquito al menos con ese poder?
Mira, yo lo asocio al ludopata, el adicto a los juegos que goza jugando, no ganando. Este tipo de personalidades, que son psicopáticas, gozan en ese fragor, en esa adrenalina, y el resultado que para otros es un alivio para ellos no tiene importancia, una vez que obtienen van por más.

Piñera es un ludópata del poder entonces.
Es lo que viene haciendo, tuvo una empresa importante para Chile, luego otra más significativa, luego otra, está todo el tiempo apostando. Lo que yo le diría a todos los chilenos es que no crean que el objetivo final de este señor es la presidencia, su único objetivo es el juego. Una vez que sea presidente seguramente ya no le va a importar más la presidencia y va a partir por otra cosa. Y que no le importe la presidencia quiere decir que no le va a importar más el pueblo.


Tu vienes esta vez a Chile a un congreso de psicología comunitaria en drogadicción ¿cual es la relación de las Drogas y el Rock?
La droga pareciera un tema fundamental en el rock, pero no es así. Es más el entorno del Rock el que consume que el propio rockero. El músico a cierta edad ya está de vuelta y sigue siendo rockero, nosotros no escuchamos su música pensando si en ese tema estaba en abstinencia o estaba totalmente fumado. Si bien es cierto que Sabina acaba de declarar que su último disco es muy bajo a nivel artístico porque dejó las drogas, dejó el alcohol, vive con su mujer y se levanta temprano: no tiene de qué componer. Entonces consiguió un amigo que se había separado de su mujer, se lo llevó quince días a Praga y en base a las desventuras que le contó su amigo hizo el disco. Pidió prestada una vida en crisis para poder componer.

Cual es tu postura frente a las drogas duras? Considera que en Chile la marihuana hoy es también una droga dura.
A mi me preocupa mucho más el alcohol como droga, la marihuana me parece la menos perseguible, no está al nivel de las otras. Peligrosas sí la pasta base, la cocaína, las pastillas, pero más aun que todas esas es el alcohol porque tiene una gran tolerancia social. Habría que cambiar el enfoque, el tema de las drogas es un problema de salud, si veo a un tipo con sobredosis llamo a la ambulancia, no a la policía, que ellos vean sus asuntos pero de este tema es el área de la salud la que se tiene que hacer cargo.

Ya escribiste dos libros, lanzaste tu disco de solista, psicoanalizaste a bandas consagradas, medio pelo y algunas que recién empiezan, ¿en qué estás ahora?
Estoy tocando bajo en una banda de boleros que se llama Los Mojitos.

¿Sin mayor protagonismo?
Y, es la idea, ahora me toca estar acompañando nada más. Incluso yo aparezco disfrazado, eso me relaja mucho.



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