viernes, 12 de diciembre de 2008

::El Cancer de las Putas::

(campaña "vivamos el sexo en Paz", Asadodecostilla)



Todos los años más o menos en la misma fecha un círculo reducido de políticos discute sobre las vías éticas de prevención del Sida. Unos deciden que para no contagiarse de plano hay que internarse en cartujas o calabozos regulados por la “moral y las buenas costumbres”, otros proclaman la fe en el amor y llaman a las señoritas de buena familia a no comentar con nadie que el marido las contagio por que se metió con la vecina que tiene un marido que a su vez se metió con dos putitas simpáticas, los más sensatos convocan a plastificar penes de todos los tamaños y disfrutar la vida como corresponde.

Tras leer estos brillantes folletos y decidir que Ud. va a usar uno de sus métodos obnubilada ante la maravilla de la vida, enviando a la muerte por enfermedades de transmisión sexual directamente al carajo.
Si así lo hizo y en sus tiempos de hormonas indomablemente locas optó por el condón, cargando dos paquetitos en la billetera como toda chica decente, reponiendo (con suerte) a diario o (con menos suerte) semanal o mensualmente, hasta que conoció al hombre de sus sueños y quiso quitarle el plástico y dejar que su exquisita verga recorriera todo su sano y prevenido cuerpo… Para esto le exigió al caballero el examen del Sida, se lo hace con él en algún hospital público, esperaron siete largos días y Cuando ya tenían sus “No reactivo” en la mano lo hicieron tantas veces como parecía prudente y unas cuantas más. Orgullosos del enorme cuidado y respeto que ambos tenían a sus cuerpos y sus vidas continúan por algunos años haciéndolo y deshaciéndolo.

Pues bien… que esto de la publicidad es fatalmente engañoso. Aún considerando que a Ud. Le entregaron correctamente sus resultados, que no se practicó el examen en el hospital de Iquique, El Salvador o Talca, debe considerar que el Sida no es la única enfermedad de transmisión sexual y que esas otras más silenciosas y asintomáticas corren por el cuerpo de muchos y muchas con la libertad de un niño en la pradera; Resulta señoras y señores que hay una de estas enfermedades que es la primera causante de muerte de mujeres de este lado del continente; Resulta... y no quiero ser impertinente, que Ud. es portadora.

Su nombre: Virus del Papiloma Humano. Este virus se transmite al igual que el Sida por contacto sexual, el hombre portador ve pequeñas erupciones en su pene que pueden perfectamente no volver a aparecer nunca jamás en la vida, la mujer que disfruta a este hombre sin condón incluso 3 o 48 años más tarde puede desarrollar un cáncer irreversible en solo 7 años.

¿Prevención? Tres sesiones de vacuna (caras por supuesto, absolutamente fuera de AUGE) que nadie le advirtió que existían por que estaban demasiado pendientes de discutir cual era la actitud ética de hablar de sexo en público. Si el Sida tuviera vacuna quizás tampoco nos habríamos enterado, quizás la Iglesia no aprobaría que se administre en los consultorios públicos o la cubra FONASA, quizás el alcalde de su comuna elabore una campaña contra la fornicación y el pecado derramando litros de este líquido en la basura de su calles. Y a Ud. que vive por ahí sin saber que está muriendo, hoy no solo se le discrimina como portadora de esta enfermedad -como la sucia pervertida que es- sino que a lo que usted tiene se le llama “cáncer de las prostitutas”, enfermedad de la que muy pocas estábamos enteradas y que hoy muchas portan con esa dignidad rara de mujer que le juega el todo por el todo a la vida.

Ahora que ya quedó asmática con esta humilde predicción, pues vaya y manióbrese el PAP (examen del papanicolau), agregue una que otra paranoia a la vida, que parece que hoy es la única forma de vivir el sexo en paz.


Más información


http://geosalud.com/VPH/vphprevencion.htm

http://www.tratamiento-del-hpv.com.ar/hpv-cancer_f.asp?es=Prevencion%20del%20HPV&en=&de